En Marinilla:
Conversatorio
Sobre los
Derechos
Humanos y Memoria Histórica
Homenaje al Gran
Defensor de Derechos Humanos
Jesús María Valle
Jaramillo
Proyección del video:
Revivamos Nuestra Historia, Exequias de Ramón Emilio Archila y Saturnino López
(1990)
Invitados:
Doctor Manuel Muñoz Uribe Doctor Jairo Herrán Vargas
Presidente Asociación de Abogados
Expersonero de Medellín y
Laboralistas y Vicepresidente de la Candidato a la Cámara de
Latinoamericana de Abogados Representantes – ASI 112 Laboralistas
Lugar: Libro – Bar: El Hacedor
Calle 31No. 29-19
Fecha: Sábado 22 de Febrero
Hora: 3.30 pm
Informes:
3006673264
-3116228724
Jesús María
Valle Jaramillo Un Simbolo Moral para las Nuevas Generaciones de Defensores de
Derechos Humanos, Que Deberiamos Ser Todos.
Gracias a
Hombres como Jesús María Valle Jaramillo
y Todos Esos
Defensores de Derechos Humanos a
quienes
Siempre Recordaremos; Hoy Podemos Decir
con Éllos,
que Seguimos Aquí, y Aquí Continuaremos,
En el Fragor
de la Lucha y
Desde el Pináculo de la
Montaña,
Oteando un Nuevo Horizonte para Este País,
Porque Otra
Colombia es Posible.
Antecedentes
Históricos Del Comité para la
Defensa de los Derechos Humanos:
Por: Carlos A. Ruiz O. Biógrafo Jesús María Valle Jaramillo – 20 – 02 - 2014
Recordemos
que con la promulgación del Estatuto de Seguridad, en el gobierno liberal, de
ingrata recordación para el pueblo colombiano, de Turbay Ayala, en el período
de 1978 – 1982, se le dio patente de corzo a las autoridades militares y se
generalizaron los allanamientos, las detenciones, las torturas, y las
desapariciones de ciudadanos y ciudadanas; de dirigentes sindicales, sociales,
políticos, etc. y por ello surgió la idea de crear una organización en
Colombia, con el fin de defender a los ciudadanos de las arbitrariedades del
gobierno y del Estado.
Rafael
Rincón, nos repasa la historia desde el estatuto de seguridad y otras
normas: “En los años 70, cuando se
inició el trabajo para la prevención, la promoción y protección y defensa de
los derechos humanos en Colombia, las organizaciones demandaron y denunciaron
especialmente al Estado, por capturas ilegales, retenciones arbitrarias y por
allanamientos ilegales. Fue una época que se caracterizó por las protestas
estudiantiles; donde deja de tener prioridad el conflicto entre los
trabajadores y el capital y surge entonces el conflicto entre el ciudadano, el
poblador y el Estado.
Las primeras
organizaciones sociales defendieron el derecho a la libertad; en 1974 surgió en
la capital colombiana, el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos,
apoyado por el premio Nóbel Gabriel García Márquez, quien después de haber
ganado el concurso “Rómulo Gallegos, aportó su premio con el fin de fortalecer
esta entidad.
A finales de
la década del 70, se incrementan las capturas ilegales y los allanamientos, y
la protesta cívica se hace mucho más fuerte.
Es así como el 14 de septiembre de 1977 se da el primer paro cívico en Colombia
y después de este se expide el llamado “Estatuto de Seguridad“ o decreto 1923,
mediante el cual empiezan a “Criminalizar“ la protesta social.
De los 70 al
91, se da un marco jurídico que permite restrictivas en materia de libertades:
con fundamento en el artículo 121, el Ejecutivo expidió, durante mucho tiempo,
códigos y toda una legislación excepcional de restricción de libertades. Se diseñó toda una política criminal,
especialmente fundada en la represión al delito político, la protesta social era
tratada como política y la legislación estuvo siempre encaminada a convertir en
delito este tipo de comportamiento.
Pero ya en
la década de los 80, fueron otros hechos los que caracterizaron la violación de
los derechos humanos: comenzó el movimiento de exterminio a la oposición y a
las disidencias. Precisamente, en 1983,
se creó el grupo “Muerte a Secuestradores“ (MAS), denunciado por el
Exprocurador Carlos Jiménez Gómez.
Este fue el
comienzo de un proceso de exterminio de militantes de la Unión Patriótica
en Colombia, y en general de dirigentes sindicales y dirigentes populares.
Además del
MAS, en 1987, el Ministro de Gobierno de ese entonces, César Gaviria, puso en
conocimiento de la opinión pública, la existencia de 143 grupos de
paramilitares en Colombia.
¿Y cuales
fueron las respuestas?
Frente a
estas amenazas contra los derechos humanos, también fueron surgiendo respuestas
sociales: el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, el Comité
Permanente para la Defensa
de Los Derechos Humanos (en 1978), presidido por Alfredo Vásquez
Carrizosa. Luego surgieron en Medellín,
organizaciones que fueron pioneras en materia de defensa de los derechos
humanos y de coordinación institucional, como por ejemplo “Colectivo por la
vida cinco de junio“ y “Amigos de José“. La cual surge a raíz de la
desaparición, en la ciudad de Bogotá, de José Mejía, estudiante de la Universidad de
Antioquia, en febrero de 1986.
Hasta 1987,
la bandera de los derechos humanos, estaba basada en la consigna “Enamorados
de la Vida y
Resentidos con la Muerte ,
a la Vida por
Fin Daremos Todo, a la Muerte Jamás
Daremos Nada”; en 1988 se dio “La Marcha Nacional
del Silencio “y después las “Marchas“ Canto a la Vida “, en la que participaban
las organizaciones sindicales, sociales, las ONG, en protesta a todo tipo de
masacres, pero en especial contra la desaparición forzada y asesinatos
selectivos.
Sin Embargo Hubo una violenta
reacción por parte de los poderes Locales, Regionales y Nacional y se Presentó
una oleada de asesinatos de todos los sectores sociales y politicos dentro de
los cuales destacamos el asesinato de cuatro presidentes de Derechos Humanos,
los Doctores Hector Abad Gómez, Leonardo Betancur, Carlos Gónima y Luis
Fernándo Velez,
Precisamente
el doctor Jesús María Valle en homeneje a ellos, el 25 de agosto de 1997, en el
recinto del Paraninfo de la UdeA ,
rinde un informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Antioquia y
expresó: En 1993, por primera vez en el
departamento de Antioquia se presentó un plan de desarrollo, el cual fue
elevado a canon de ordenanza con una mira: Fijar directrices para todo el
departamento, de modo que hubiera un proceso que vinculara a las regiones y los
municipios en sectores importantes como la industrialización, lo ecológico, de
modo que se respondiera a un desarrollo desigual que se traía.
HERRAMIENTA
DE PAZ:
Ese plan se fijó una meta:
que fuese un mecanismo en un proceso de paz, que lográramos vincular a todas
las regiones y a todos los municipios, que tuviésemos un ciudadano más
laborioso y participativo.
También de 1989 a 1993 mejoramos ese
plan de desarrollo y miramos todos los sectores; el plan vial, el eléctrico, el
educativo y en el campo de la salud. Y empezamos a vincular sectores
poblacionales muy abandonados. Esas directrices que se fijaban allí tenían la
mira de crear mecanismos de paz. Y tras ese plan, lo recuerdo bien hoy, el
doctor Gilberto Echeverry Mejía, inició un proceso de pacificación en la región
de Urabá, y con un alcalde de ideas democráticas logró levantar una infraestructura
de importancia en esa región. Es decir, Antioquia estaba proyectando un
desarrollo que penetrara más en lo regional y en el ente territorial denominado
municipio. Y nos comprometíamos en ese plan de desarrollo con muchos sectores
poblacionales e íbamos a los concejos, a las entidades comunitarias.
RUPTURA:
De improviso, en los
últimos años, en forma abrupta se rompió ese esquema que traíamos y surgió un
plan para acabar con el movimiento guerrillero.
Entonces aparecieron unos
hombres armados en las regiones que cometían una serie de tropelías y
asesinatos y hábilmente desaparecían de la zona; y se suscitaron las primeras
masacres en zonas geográficas en donde no había enfrentamiento entre partidos y
fuerzas de izquierda.
Y después esas fuerzas se fueron
ubicando en los perímetros urbanos y generaban un estado de terror y de
zozobra, y los campesinos caían asesinados, mientras, en las veredas y
corregimientos mataban a los dueños de las tiendas comunitarias. Eso ocurrió en
el Norte, en Oriente, en Occidente...
Se empezó a gestar como un
plan macabro, donde el investigador no lograba penetrar en lo que estaba
sucediendo, en qué zonas geográficas se cometían esas masacres y esos
asesinatos masivos. Y nuestros ríos históricos fueron testigos de los cadáveres
arrojados. Y en las carreteras, esas carreteras construidas con el esfuerzo
Antioqueño, los vehículos eran parados, los campesinos bajados de los mismos y
asesinados arrodillados.
ZOZOBRA:
Un clima de zozobra empezó
a desintegrar lo que habíamos construido durante muchos años. Y aquellos
maestros que protestaron por esos asesinatos y masacres, fueron perseguidos,
desaparecidos y asesinados. Entonces se empezó a desintegrar todo ese sistema
educativo. Las escuelas se quedaron sin niños y sin maestros, y los maestros
eran perseguidos, y la educación perdía calidad.
Y los médicos que iban a
las veredas y a los corregimientos a atender a los enfermos con mucho esfuerzo,
también fueron perseguidos, intimados, amenazados, desaparecidos y el sistema
de salud empezó a degradarse.
Y los programas
agropecuarios, las Umatas en Antioquia, cuando soñábamos como reemplazar el
café, cuando soñábamos con un dominio del paisaje y la agricultura se
desintegraron.
CONCEPTO DE AUTORIDAD:
Aparecían fuerzas oscuras
que reemplazaban al alcalde... los comandantes. Eran paramilitares, convivir,
autodefensas. Y se fue tornando ambiguo ese concepto de autoridad pública: Unos
eran amigos o enemigos de las convivir, amigos o enemigos de los paramilitares,
amigos o enemigos de la guerrilla.
Y ese tejido social del
campesino, se fue desintegrando y se comenzó a consolidar la zozobra al lado
del temor, mientras se perdían los proyectos culturales, artísticos,
artesanales. Es decir, ha habido un proceso de degradación en la relación del
hombre con la comunidad, con su medio.
MERIDIANO MACABRO:
Entonces, en este recinto
puedo decir, a manera de inventario, que yo escuchaba decir que el meridiano de
la cultura y la política pasaban por Antioquia. Hoy puedo decir que el
meridiano de la violencia pasa por Antioquia.
Estamos exportando, a
través de una concepción equivocada del orden público, violencia para
departamentos pacíficos como los de la
Costa y el Chocó. Estamos exportando violencia, A través de
las convivir, para todo el país.
Lo que habíamos construido
como base impositiva, a través del impuesto predial y del de Industria y
comercio, para fortalecer los aportes de la Nación y hacer programas de desarrollo educativo,
los hemos desintegrado porque hay que pagar cuotas a las convivir, a las
autodefensas, a los paramilitares. Y los paramilitares y las convivir se
confunden en los uniformes, en las sedes, en los vehículos que se utilizan. Es
decir, ya la fiscalía tiene que pedir permiso a esos personajes que aparecen
extrañamente en los municipios, para poder hacer los levantamientos de cadáveres. Y los inspectores que hacen esos
levantamientos de cadáveres son asesinados para destruir la prueba, para
impedir los sistemas de investigación judicial.
SIN ODIOS:
Esa es la situación hoy. Lo
han visto mis ojos, lo he presenciado con gentes de mi pueblo, de mis veredas,
de mis corregimientos. A esas personas que yo vi nacer, con esas personas con
quienes escuché silbidos de miseria en las montañas, han sido asesinadas. Y yo
he ido a todas partes invocando el derecho de petición para la población
campesina, y no he recibido una respuesta positiva.
Esa es la situación
dramática que presenta hoy Antioquia y es el informe que puedo rendir con
honestidad en este recinto, sin odios contra nadie, pero sí con una infinita
tristeza de cómo se van perdiendo las vidas y golpeando a las personas.
Jesús María
Valle Jaramillo: De Defensor de Derechos Humanos a Dirigente Político
La década de
los ochenta finaliza en un ambiente de extrema violencia, todos estos años no
sólo habían sido marcados por el asesinato de cientos de miles de colombianos,
y no me equivoco, esta cifra aterradora es real, son cientos de miles de
colombianos de todas las categorías: dirigentes sindicales y campesinos,
obreros, intelectuales, políticos de diferentes tendencias, jueces,
empresarios, periodistas, candidatos presidenciales, defensores de derechos
humanos, etc., sino también por la generalización de dos fenómenos que desde
entonces nos han marcado tanto a nivel nacional como internacional:
1.
El Fenómeno del Narcotráfico,
el cual permearìa, sin excepción alguna, todas las actividades de la vida
nacional, tales como: el sector financiero, la propiedad de la tierra tanto
urbana como rural, la actividad industrial y comercial, la construcción, los
reinados de belleza, la actividad deportiva como el fútbol, la actividad social
y política, etc., y obviamente a las instituciones del Estado tales como: el
congreso, el aparato de justicia, las instituciones que conforman las fuerzas
de seguridad del Estado, etc. y
2. La Conformación de los
Grupos Paramilitares de Toda Indole, Legales e Ilegales
los cuales han servido, no sólo para el ajuste de cuentas entre ellos mismos,
sino que al Estado, le han servido, a través de los diferentes gobiernos, para
la eliminación física no sólo de sus opositores políticos sino también para el
extermino de los diferentes dirigentes sociales, que luchaban por las
reivindicaciones de sus respectivos sectores como los sindicalistas, los
defensores de los derechos humanos, los dirigentes cívicos, etc., lo que ha
significado la casi extinción de organizaciones como la de una fuerza política
nacional de oposición, la
Unión Patriótica , y a nivel regional, y específicamente como
en el caso de Antioquia, la eliminación de fuerzas sociales, tales como la Coordinadora Cívica
del Oriente Antioqueño y el Comité Permanente para la Defensa de los Derechos
Humanos.
Cuando la Corte Constitucional
avala la séptima papeleta es la oportunidad de convocar a unas elecciones, con
el objeto de elegir los constituyentes para así conformar la Asamblea Nacional
Constituyente, los cuales acordarían ese nuevo pacto social y político que se
plasmaría en una nueva Constitución Nacional.
En Medellín,
el grupo de dirigentes sociales que trabajábamos en los diferentes escenarios
reivindicatorios de la vida municipal y departamental, que veníamos
discutiendo, bajo el liderazgo de Jesús María Valle, la posibilidad de
organizarnos políticamente con el objeto de darle más coherencia y fuerza a
todos nuestros trabajos sociales; debatimos como participar en este momento
histórico y así poder hacer nuestro aporte a la solución de los problemas del
país.
Fue así como
se iniciaron una serie de reuniones, seminarios y conferencias y la elaboración
de documentos que contenían toda una filosofía, una política y una serie de
soluciones que creíamos importantes para la paz social y política.
El resultado
de todas estas reflexiones, de todo este nuevo trabajo y que en esta ocasión se
daba en el escenario político, nos condujo a la conformación de una nueva
fuerza política a la cual denominamos: Acciòn Popular Independiente – API - Movimiento de Participación Comunitaria y
cuyo líder indiscutible era el doctor Jesús Maria Valle Jaramillo.
Nuestros postulados
englobaban una línea de acción definida: La defensa de un nuevo pacto social,
un código de paz, un proyecto histórico que incluyera la democratización de la
economía, la desmilitarización de la vida nacional, la participación ciudadana,
lo educativo, y lo cultural. El consenso, así descrito, debe construir una
pirámide en cuya base, debe estar, inexorablemente, el Derecho a la Vida.
Una vez el
gobierno realizó la convocatoria para las elecciones a celebrarse el 9 de
diciembre de 1990, decidimos aceptar dicha convocatoria para participar, con la
esperanza de obtener un espacio con un delegatario a la Asamblea Nacional
Constituyente. Pero no Llegamos
Con la
muerte de Jesús María Valle, Hector Abad Gómez, Leonardo Betancur y demás
Luchadores Sociales y Políticos, se querían silenciar unas ideas y principios;
y, por el contrario, esos símbolos morales, permitieron que crecieran y hoy los
Derechos Humanos se debaten en Todas las Esferas de la Sociedad que con sacrificio
y tenacidad siguen denunciando, señalando, pidiendo, defendiendo los derechos
humanos. Hay muchos organismos que con seriedad están en la lucha tenaz para
que primen la Vida ,
la Dignidad ,
la Alegría. Y
eso es como un instrumento de fe y esperanza.
Como lo
expresó el exconstituyente Hernando Londoño Jiménez: “Y bien sabemos que la
historia sólo tiene dos maneras de sentir los pasos del hombre por el mundo: La
de los opresores de la libertad, que la asesinan en los patíbulos o en las
cárceles, en las calles, en los parques o en los caminos, sometiéndolos al
permanente ludibrio de la posteridad; y la de aquellos que se ganan la muerte o
padecen la prisión por defender los derechos del ser humano, consagrando
eternamente su memoria, como un símbolo espiritual de una época, como el más
vivo ejemplo de las virtudes que se deben imitar por su grandeza de alma, por
la reciedumbre de su carácter, por la pureza de su corazón y por la
magnificencia de sus grandes ideales. Y cuando estos pasan al bronce y al mármol
de las estatuas y monumentos recordatorios, o sus biografías. Aquellos apenas
si dejan la oscura huella de sus crímenes al servicio de sus inconfesables
iniquidades”.
Entre
lamentos y frases de indignación de la ciudadanía fue sacado de la oficina 405
del Edificio Colón, en pleno centro de Medellín, el cadáver del presidente del
Comité Permanente para la
Defensa de los Derechos Humanos, Jesús María Valle Jaramillo,
al conocerse la noticia del deceso del líder de los derechos humanos, los
ciudadanos que lo conocían se agolparon en las puertas del edificio a
manifestar su dolor por ese crimen execrable.
“Lo Mataron
Tantas Verdades que dijo, en particular las denuncias sobre la connivencia del
Ejército y las Autodefensas en su tierra natal, Ituango, a finales del año
pasado “, dijo uno de los allí presentes.
“Murió la Dignidad de Antioquia”,
gritaba a voz en cuello un ciudadano para quien esa muerte era otra de las
tantas, que tratan de acallar a los que defienden la dignidad de los pueblos.
Eran gritos de
dolor, oleadas de sufrimiento, huracanes de desesperación, las que sacudieron
en ese momento a los compañeros y amigos ubicados al frente del edificio Colón;
por el tormento que generaba, el crimen del luchador por los derechos humanos.
Terminaba
así un ejemplo de vida, en cuyo pináculo se encontraban la dignidad y la
pulcritud de su vida, nosotros nos quedamos aquí con todas estas fétidas
realidades, Jesús María, como lo escribiera el exconstituyente Hernando Londoño
Jiménez, ya está en el sagrado panteón de los mártires, en la venerada galería
de los inmortales. Se elevó sobre nosotros por la diafanidad de su vida, por el
temple de su carácter, por las virtudes de su talento y la intrépida vocación
de amor a la defensa de los derechos humanos, la brújula de su existencia
siempre estuvo marcando hacia las grandes esperanzas del pueblo; él hubiera
esclarecido muchos crímenes y masacres si unas balas asesinas no hubieran
interrumpido su vida, no supo de veleidades en su trayectoria política, ni de
cobardes silencios, ni de indignas sumisiones, porque todos los actos de su
transparente vida pública y privada obedecieron siempre a la consigna de luchar
por los grandes ideales, sin dejar espacio para las pequeñeces y las
claudicaciones. Visitenos en polocritico.blogspot.com
y twiter @polocritico
1 comentario:
promovamos el voto en blanco el 9 de marzo próximo. El voto en blanco ganador posibilita el acuerdo nacional reconciliador: "...para que cesen los partidos y se consolide la unión...". Está en las mesas de votación, el próximo 9 de marzo, la ocasión propicia para entre todos, en donde quepamos todos, decidir hacer el viraje necesario hacia la prosperidad general, hacia la práctica de la cultura ética de la integridad, "cero corrupción e impunidad" y "participación democrática ciudadana". !La voz del pueblo ganador con el voto en blanco el próximo 9 de marzo será capaz de acordar de inmediato acciones exitosas!
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