9/11/2012

Cuarta Entrega: Glosario de los Tres Artículos Enviados para la Coyuntura de Paz


Cordial Saludos Amigos, Simpatizantes y Militantes del Polo
Con esta cuarta entrega terminamos de publicar el Documento que el señor  José María Rodríguez González tuvo la amabilidad de enviarnos y que nosotros publicamos con el animo de que nuestros lectores cuenten con la mayor cantidad de elementos para examinar la actual coyuntura sobre el Proceso de Paz que oportunamente ha abierto el Gobierno de Santos, como varios de nuestros lectores nos han solicitado que les enviemos algunos de los artículos, hemos decidido recordar cada uno de los artículos enviados:
Primer artículo: “Existe una diferencia enorme entre el secreto militar, necesario en todas las acciones bélicas como en la actual guerra contra las FARC, y lo que el público ve en la superficie. El problemático y negativo ex presidente Álvaro Uribe conoce bien esta diferencia y explota este desconocimiento público para su beneficio político personal; y esto es lo que esta síntesis va a aclarar” José María Rodríguez González y que realizaremos en Cuatro Entregas: primera entrega.
La idea de Uribe de Seguridad Nacional que rebautiza como “Democrática” proviene de los años sesenta del siglo pasado y se origina en la Doctrina de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos que fue una de las consecuencias de la Guerra fría. Antes, a los problemas que se originaban en la protesta civil se los llamaba, apropiadamente, de Orden Público....Ver artículo en: Inteligencia Militar, Colombia: Álvaro Uribe, los Paramilitares, las FARC y Santos

Segundo artículo:Al tener que abandonar el gobierno, a Uribe le era imposible seguir con su despliegue escénico triunfalista sobre las FARC, y le quedaba ya imposible poder continuar con otro engaño del que muy poco se habla. Colombia había quedado bajo el control clandestino de los neoparamilitares ahora llamados
Bacrim en 60% de su territorio. Poder que quedó al descubierto con el paro armado de los urabeños en enero del 2011, cuando se descubrió que el control de ambas costas colombianas estaba en manos de los neoparamilitares, que en esas regiones del norte de Colombia los neoparamilitares manejaban a los políticos a su antojo, compraban a la policía, al ejército y a la justicia; que esa capacidad de terror y control de la población es difícil de superar porque bajo cuerda, los urabeños siempre fueron los aliados y protegidos de Uribe y su gobierno desde el 2007. Los urabeños son solo la tercera parte del poder nacional del neoparamilitarismo dejado por la Seguridad Democrática de Uribe. Las Águilas Negras todavía siguen siendo las que predominan dentro del legado neoparamilitar dejado por Uribe y las que hoy mantienen y prolongan su política de limpieza social....Ver artículo en: II Entrega: Inteligencia Militar, Colombia: Álvaro Uribe, los Paramilitares, las FARC

Tercer artículo: “Estar al frente de una política, como le toca ahora a Santos, es diferente a seguir una política como notoriamente lo hizo Santos durante el gobierno de Uribe. Ahora, Santos ve que si falla es su completa responsabilidad. Si fallaba en la época de Uribe era responsabilidad de Uribe, el entonces Comandante en jefe de las Fuerzas Militares de Colombia.
Como responsable del conflicto armado, Santos puede ver ahora que las prioridades estratégicas de Uribe de exterminar la población civil que potencialmente pueda apoyar a las FARC es una política criminal encubierta de Estado y de lesa humanidad que viola la Convención de Ginebra, el Derecho Internacional Humanitario y pone a Colombia en el despreciable grupo de los países bárbaros. Pero además acentúa la desigualdad en Colombia, aumenta el desplazamiento interno, incrementa el desempleo, y paralelamente aumenta el presupuesto militar en detrimento de inversiones en el futuro desarrollo de Colombia como lo son educación, investigación científica y tecnológica, inversión de capital nacional y salud. Y como si esto fuera poco le garantiza a las FARC su renovación constante a través del reclutamiento continuo, consecuencia del dolor y la consiguiente venganza armada por la muerte de familiares a manos de paramilitares, neoparamilitares y militares” Ver artículo en:  III Entrega: Estrategia Militar de Santos Dejarles una sola salida a las FARC: La Paz

Finalmente, en esta cuarta entrega encontraremos el Glosario del documento, ver abajo:

Carlos A. Ruiz O.
Director Polo Crítico, Miembro Dirección Polo Antioquia


Glosario
*Insurgencia es el alzamiento en armas contra el Estado, sin importar el tipo de estado que sea, dictatorial, democrático, monárquico, simplemente si es un estado, el levantamiento en armas contra ese estado es insurgencia.
Cualquier acción y recurso contra el estado así sea crimen como narcotráfico o secuestro, saboteo y terrorismo son todos crímenes políticos porque obedecen al objetivo de toda organización subversiva que es siempre la destrucción del estado, el cambio y la toma del poder. Y la sola toma del poder no es nada más que política pura.
Si la organización no busca la toma del poder ni tiene un partido que la dirija ni afecta la política del estado, entonces no es una organización subversiva sino que sería exclusivamente una organización criminal como lo fue las AUC cuyo máximo objetivo fue usar el poder pero no cambiarlo y sus acciones no estaban dirigidas por ningún partido.
La insurgencia tiene diferentes formas como son: unidades terroristas, de guerrilla o ejército. Ninguna de estas formas cambia su carácter insurgente ni su carácter político.
El crimen es una trasgresión de la ley y de los derechos de los demás a la propiedad, la vida, raza, género, o creencias.
El crimen es un arma fundamental en la insurgencia porque destruye el orden establecido por la ley, lo transgrede y lo vuelve vulnerable para ser transgredido por otros. Por esta razón el crimen es el arma política más importante de los grupos alzados en armas.
Robar un banco por una banda criminal corriente lleva el dinero generalmente a cantinas, prostíbulos y lujos. El robo de un banco por una organización armada que obedece a objetivos políticos termina en logística, armamento, propaganda y financiamiento de acciones subversivas. En el robo criminal ordinario hay un atentado a la economía, pérdida recuperable por seguros, pero en el robo subversivo hay un atentado a la economía que pasa a segundo plano ante la multiplicidad de recursos subversivos contra el Estado. Ese robo en sí es una amenaza directa al Estado.
Por eso, decir que los subversivos son criminales solo encubre a los subversivos. De la misma manera que ejecutar individuos que no son de las FARC y hacerlos pasar por las FARC solo protege a los verdaderos militantes de las FARC. Si las FARC emboscaran policías que no son policías en nada afectarían al cuerpo policial. Decir que las FARC son criminales es una ingenua manera de tapar su amenaza y sus ataques al Estado colombiano.
La paz es la reconciliación y convivencia como resultados de que ambas partes logran la resolución de un conflicto armado.
La paz se acuerda entre enemigos.
Entre amigos no se bombardean ni se destruyen, entre enemigos si.
Cuando se abusa de la amistad y se cometen desmanes se la viola y, como cuando se viola la ley, se impone el castigo.
Cuando los enemigos acuerdan la paz se impone el perdón.
En los conflictos armados unos tuvieron que pagar un precio alto por la paz y otros fueron pagados para conseguirla, pero eso es justo porque la paz es para todos por igual, no importa cuánto trabajaron o no por ella, lo que importa es que todos la pueden mantener y gozar.
Un militar se compromete a dar su vida por la patria y esa debe ser su mayor satisfacción y compensación más importante que cualquier salario.
Un guerrillero nunca se comprometió a dar su vida por la patria, si deja sus armas y se acoge a la ley su satisfacción debe ser el respeto, la colaboración y la admiración de todos como premio a su decisión, lo que es justo.
Las parábolas de los hijos diferentes, los jornaleros y la del hijo pródigo ayudan a entenderlo desde el punto de vista cristiano.
La paz es un asunto de gracia y perdón donde con justicia se borran las deudas.
Terrorismo es la acción de afectar las decisiones de la gente a través de la intimidación violenta. El terrorismo puede ser privado, subversivo o estatal.
En general el terrorismo se ejecuta con ataques a civiles al tiempo que se atacan cosas o símbolos del poder enemigo.
Si un grupo armado, cualquiera que sea, pone bombas en los puestos de votación, eso es terrorismo porque afecta la decisión de la gente de ir a votar o no, por un medio violento.
Si se derriban dos edificios símbolo del poder de una nación, como las torres gemelas de Nueva York, eso inmediatamente obliga a cambiar la decisión sobre la seguridad de todo un país. Desde ese momento nadie puede sentirse seguro. El terror es tal que puede llegar a crear miedo a los aviones que vuelan sobre las ciudades, a los edificios altos sin una fácil salida de emergencia, a toda persona islamista, a todo enemigo de los Estados Unidos, etc. El terror producido por la demolición violenta de las torres gemelas obligó al gobierno a cambiar posiciones sobre inmigración, diplomacia y lo llevó hasta la declaración de guerra.
Aquí no hay que confundir cambio de políticas y decisiones a nivel gubernamental y social con medidas de seguridad contra el terrorismo o cualquier otra amenaza.
Las medidas de seguridad como requisas selectivas en el transporte público o la identificación para entrar a los edificios, son corrientes y se caracterizan por una constante actualización y por ser preventivas. Que la gente tenga que quitarse los zapatos para su inspección en los aeropuertos no es producto de ningún acto terrorista en el que haya existido una sola víctima. Fue un fallido intento de un posible acto terrorista el que señaló que los zapatos podrían ser transporte potencial de explosivos o componentes de explosivos y por prevención se adoptó su inspección. Eso es una medida de seguridad.
El principal objetivo del terrorismo es demostrar que lo que parece más seguro no lo es. Al romper la sensación de seguridad obviamente queda el vacío de la inseguridad. La seguridad de que ir a votar no tiene peligro alguno o de que Nueva York no puede ser atacada, son las seguridades que el terrorismo busca romper. Darle fuerza y apoyar al terrorismo es exagerar el daño hecho, asegurarse de que el miedo cunda y extender ese miedo al mayor número de personas posible. La falta de conocimiento del terrorismo es lo que hace que mucha gente ingenuamente ayude al éxito del terrorismo sin darse cuenta.
El antídoto del terrorismo es la seguridad y ésta debe ser tarea de los servicios de inteligencia, contrainsurgencia y seguridad, nunca una política a nivel de Estado.
Si la seguridad se vuelve la política de un gobierno entonces valida las acciones terroristas como enemigas de la nación, las reconoce como acciones intimidantes contra la sociedad y el Estado y equipara equivocadamente esas acciones a un invisible ejército enemigo, que de ahora en adelante llamará “terrorismo”. Hablar de seguridad se vuelve entonces una forma explícita e implícita de reconocer que el “terrorismo” es una amenaza constante, presente y real para la población. Si ese terrorismo es producto de las acciones de una organización política armada, la política de seguridad trae consecuencias aún más graves porque reconoce las acciones terroristas como las más temibles de la organización armada y al hacerlo reconoce la capacidad subversiva y beligerante que la organización política armada buscaba establecer ante la población.
Es inevitable que desde ese mismo momento lo que queda en tela de juicio es el poder del Estado, la fortaleza o debilidad del gobierno frente al “terrorismo” y no frente a la organización política armada. Así, lo que en realidad son solo unas acciones de la organización política armada, que el gobierno categorizó como del enemigo “terrorista” se transforman en el reconocimiento de la organización política armada como la fuerza beligerante más temida por el Estado. Ahora, todo lo que la organización política armada necesita hacer es resistir y con solo resistir siempre demostrará la debilidad o el proceso de debilitamiento del Estado. Ambos resultados juegan en su favor porque lo que ha quedado y lo que queda en cuestión es el poder del Estado debido a su política de seguridad de la que depende toda la sociedad, y no la organización política armada que ahora se beneficia del hecho de que la población misma demuestre la debilidad del Estado.
Para quitarle toda efectividad a las acciones terroristas estas deben prevenirse con sencillas pero eficaces medidas de seguridad. La neutralización de la actividad de la organización política armada es lo único que demuestra la superioridad y el poder del Estado. Y es lo único que realmente devuelve la seguridad a la población..
Una forma importante de conocer qué es terrorismo es comenzar por aprender todo lo que no es terrorismo.
Si un grupo armado, cualquiera que sea, roba un banco, hace un retén ilegal, estafa, explota una planta eléctrica o secuestra eso no es terrorismo porque ningún factor decisorio pudo ser afectado por esa violencia.
Un secuestro es una transacción extorsiva que puede ser económica o política pero no cambia ninguna decisión de la gente. Así haya millones de secuestros eso nunca va a cambiar u obligar a que la gente decida que la libertad personal deba acabarse o no. Por el contrario, cada secuestro aumenta la unión de la gente pidiendo por el respeto incondicional de la libertad individual. Es un delito de lesa humanidad porque nadie tiene derecho a decidir sobre la libertad de nadie, excepto la rama judicial.
Que haya personas que se aterroricen por el secuestro como las hay que se aterroricen por millones de cosas más, eso no las vuelve acciones terroristas.
En la guerra se acostumbra que unos ejércitos embosquen a los otros, pero eso en ningún momento es terrorismo, es simplemente uno de los avatares de la guerra y una de sus técnicas.
En toda guerra siempre hay daños colaterales, las bombas matan más inocentes porque están desprevenidos y desprotegidos; y menos objetivos militares porque estos andan alerta y muy bien resguardados. Los niños y las mujeres son generalmente los colaterales más afectados. Las bajas civiles se califican como colaterales siguiendo el patrón que internacionalmente han establecido los Estados Unidos y la OTAN. Los efectos colaterales de la guerra son algo deplorable, motivo central para acabar las guerras, pero tampoco son terrorismo. Para serlo tendrían que ser objetivos civiles.
En conflictos racistas, tribales, sectarios y religiosos los objetivos son siempre civiles porque buscan disminuir el número de creyentes del bando o ejército contrario, pero en conflictos de poder la gente de toda clase juega un papel muy importante de apoyo, y el ataque se concentra en la propiedad de los más poderosos, las fuerzas armadas defensoras del Estado y en la destrucción del funcionamiento normal de servicios e infraestructura. En Colombia los paramilitares hacen una guerra sectaria por eso sus víctimas son fundamentalmente civiles. Los otros grupos armados hacen una guerra subversiva y tanto el Estado, las fuerzas militares y policiales como la propiedad agraria e industrial son sus víctimas principales.
El terrorismo siempre es político sencillamente porque afecta las decisiones de la gente. Que ese efecto político se logre por medios violentos es a lo que precisamente se ha llamado terrorismo. Si el terrorismo no afectara las decisiones de la gente no sería político y sus ataques serían equivalentes a una catástrofe natural o al aislado incendio criminal de una casa o un edificio en el que pueden morir muchas familias
Si un edificio se incendia a causa de una falla eléctrica, esa causa no es política. Si lo es a causa de un descuido o la intención de un individuo o individuos contra el dueño del edificio tampoco es político así en ambos casos los destrozos sean enormes y las víctimas decenas. Pero en el instante en que un grupo político organizado reclame su autoría o sea acusado de causar el incendio, cualquier causa del incendio pasa inmediatamente a un segundo plano y la organización política armada pasa a ser la causa primera y única de ese incendio y su acción una acción política de carácter terrorista. Los destrozos así sean mínimos y las víctimas así sea una sola se convierte en un ataque y como tal un acto terrorista correspondiente a una determinada política de la organización política armada y logra un despliegue nacional e internacional porque son atentados contra la población y el Estado.
La organización política armada sabe que el presidente, los ministros y el gobierno en general pondrán ese acto en primera plana para el conocimiento público porque es imposible que se ignore un acto que atenta contra la población a cargo del Estado, pues, políticamente eso es lo que significa el acto terrorista. La sola manifestación del gobierno es en sí un efecto político y la denuncia de la política del grupo político organizado es un efecto político agregado. Toda esta reacción política que deja presente la capacidad de amenaza, beligerancia y subversión era la que buscaba la organización política armada con ese acto.
A un grupo lo pueden llamar terrorista aunque sus acciones terroristas sean mínimas como a un congresista lo pueden llamar Padre de la Patria aunque solo llene sus bolsillos. La definición legal de las cosas, sobre todo en la guerra, no necesariamente es exacta. Existe la guerra psicológica y la propaganda como parte de la guerra, que demuestra cómo ciertos calificativos que hagan perder valor público al enemigo o aumente el odio al enemigo son la razón de la existencia de ese lenguaje. Todos los hábitos de la guerra son malos y deben acabarse.
Narcoterroristas. Los paramilitares son narcotraficantes por naturaleza, provienen del temprano patrocinio del gobierno a civiles y cuadrillas de sicarios que le abrió las puertas a los narcos para que camuflaran, extendieran y desarrollaran sus actividades criminales con la protección legal de un pretendido auxilio al Estado.
El narcotráfico existe en los orígenes del paramilitarismo y se ha desarrollado con él. La limpieza social es una actividad exclusivamente terrorista. Por cumplir estas dos condiciones plenamente los paramilitares responden con precisión al término narcoterroristas.
Solo en mentes desviadas cabe la limpieza social o exterminio de población civil.
Solo en mentes criminales cabe creer que el crimen tiene una utilidad social y se le ocurre encargársela a los paramilitares.
Para salvar de culpa al Estado que por decreto creó, entrenó y armó al paramilitarismo se dice que las FARC crearon a los paramilitares. Eso es tan absurdo como decir que los ladrones crearon la Policía. La Policía existe para asegurarle a la rama de Justicia el cumplimiento de la Ley y para detener a quienes la violen. Los paramilitares fueron creados por una desviada decisión del estado para atacar a la subversión.
Esta clara manipulación de Uribe para que su familia haga lo que él quiere y nunca quedar él inculpado es la misma que con pericia ha empleado con su selecto y estrecho círculo de colaboradores que siendo convictos o no, los mantiene callados bajo el esquema de lealtad que les recuerda y refuerza con los desesperados obstáculos que ha presentado públicamente para que no confiesen sus crímenes.
Uribe incluso ha llegado a sugerir todo tipo de evasiones de la justicia hasta el extremo del asilo.
José María Rodríguez González
19 de julio de 2012
Síntesis revisada y mejorada
1ro. de agosto de 2012



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