Entrevista
con el investigador social colombiano Fabio López de la Roche.
El
posconflicto en Colombia (o como se denomina ahora, posacuerdo, una vez se
concreten las negociaciones de paz entre el gobierno y la insurgencia de las
Farc), debe servir para reestructurar el esquema de propiedad de los medios de
comunicación y posibilitar la democratización al acceso de los mismos, sostiene
el historiador e investigador social, Fabio López de la Roche.
Considera,
igualmente, que tanto el actual proceso de paz como los retos que se deriven de
su concreción requieren de unos medios públicos fortalecidos que visibilicen
las múltiples y diversas facetas que el inveterado conflicto armado ha generado
en todas las regiones del país. Para este analista político y docente
universitario, esa es una tarea pendiente y a la vez urgente si se quiere
construir democracia y reconciliación en Colombia.
Se
requiere abrir mucho el espectro comunicacional en el país porque actualmente
el monopolio mediático no da cabida, por ejemplo, “a los actores populares y
por lo tanto no tienen visibilidad, la tienen a duras penas en los medios
comunitarios y en los medios ciudadanos y en algunos medios locales pero el
medio masivo comercial no está conectando hoy con las grandes movilizaciones
sociales”, afirmó este docente universitario en diálogo con el Observatorio
Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, en la ciudad de Medellín, en el
marco de la VII Conferencia Latinoamericana y Caribeñas de Ciencias Sociales
que bajo el auspicio de CLACSO se desarrolló entre el 9 y el 13 de noviembre.
López
de la Roche es profesor de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, donde
dirige además el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales
(IEPRI), y coordina el Grupo de Investigación “Comunicación, Cultura y
Ciudadanía”. Su campo de estudio es el de la comunicación y el análisis de
medios masivos y su influencia en las masas, integrando perspectivas
interdisciplinarias de los estudios políticos, la historia comunicacional, la
sociología, y el periodismo.
Conflicto en Colombia ha Impedido Democratizar los Medios
En
la actual coyuntura colombiana en la que hay en pleno desarrollo una
negociación de paz, el relato del acontecer nacional está en manos de un
monopolio mediático perteneciente a los tres hombres más poderosos de país.
¿Ello no refleja un gran déficit democrático?
Creo
que esta es una situación que a mediano plazo hay que reestructurar y tiene que
ver con el hecho de que el conflicto no nos ha permitido pensar muchas
necesidades, entre ellas, la de la desconcentración de los grandes medios
porque lo cierto es que en una realidad de guerra el país solamente opina y
elige cada cuatro años sobre la base de la guerra. En contraste, otras
necesidades centrales de los colombianos como las que tienen que ver con la
justicia social, con la igualdad, con la salud, con la educación privatizada
por lo demás, incluso a nivel de los posgrados en las universidades públicas,
no se discuten, porque lo único que se discute es la guerra, si la ganamos o no cada cuatro años. En ese
mismo sentido el tema de la concentración de los medios en Colombia, que es una
concentración obscena, sin lugar a dudas, que favorece, por ejemplo, la no
discusión de los contratos de las grandes obras de las autopistas 4G. No se
alude respecto a quiénes se lucran, quiénes concentran esos grandes negocios.
En
estos días Gustavo Álvarez Gardeazábal llamaba la atención sobre este
particular de una manera muy lucida. Me
llamó la atención que él siendo un periodista conservador y que a veces
defiende o que a menudo sale con posiciones muy oficialistas sacó una columna
mostrando cómo el gran problema en este momento de la política y de la
clientelización en la regiones son los grandes contratistas. Si los grandes
medios están en manos de los gremios de la economía, la democratización del
acceso a los contratos por parte de los ingenieros, digamos comunes y
corrientes, que no están ligados a los grandes grupos pero que pueden tener
talento y capacidades de formulación de buenos proyectos pues está proscrita.
Si
esta proscrita, eso quiere decir que en Colombia, si no se garantizan derechos
como el de la cultura y educación ni tampoco el derecho a la comunicación, ¿se
puede colegir que en este país el nivel de democracia es prácticamente
inexistente?
No
podemos ser tan tajantes porque se han logrado avances en cobertura educativa,
por ejemplo a nivel de Bogotá prácticamente se ha llegado a garantizar hasta el
grado 12. Hay avances importantes, se está tratando de recuperar la jornada
completa para que los niños no tengan esas jornadas recortadas que teníamos y
eso lo ha retomado también el Ministerio de Educación. Yo pienso que el
Ministerio de Cultura también está haciendo una labor importante ahora
alrededor de la paz, recogiendo experiencias urbanas, hay un área de
comunicación que ha estado asesorada por Jesús Martin Barbero que está
trabajando con colectivos como Full Producciones de la Comuna 13 de aquí de
Medellín. Yo estuve en el festival de cine y video comunitario hace un mes aquí
en la comuna 13, una comuna golpeada por el paramilitarismo, por la operación
Orión, y eso lo ha estado apoyando el Ministerio. También la experiencia como
la del colectivo Mejoda en Agua Blanca en Cali. Ahí ha habido una indagación
interesante porque esos colectivos están construyendo tejido social en barrios
muy excluidos de nuestras regiones. Eso para decir que no todo el aparato
estatal responde a una única lógica, pero indudablemente el sistema de medios
es un sistema altamente concentrado y para la paz necesitamos, por ejemplo,
visibilidad de los resultados de la Comisión de la Verdad. Necesitamos unos
medios públicos fortalecidos para poder visibilizar los distintos victimarios,
hay once mil procesos judiciales contra empresarios por relación con grupos
ilegales. Cómo se van a visibilizar estos procesos; cómo se van a visibilizar las
distintas víctimas del conflicto colombiano; no solamente las víctimas de las
Farc que fueron privilegiadas por el uribismo para que esta insurgencia
apareciera como la principal victimaria contra los hechos que muestran que ella
no es la principal victimaria de este país; el principal victimario han sido
los paramilitares. Entonces todo eso requiere de un sistema de medios públicos
renovados, porque el sistema actual ya lo hemos visto cómo funciona en un tema
como la paz. Un ejemplo claro es el del canal RCN enfrentado totalmente al
proceso de paz.
Pero
eso es legítimo, no obstante que su intencionalidad editorial e informativa es
de claro matiz fascista…
Es
legitima la crítica al proceso pero no la manipulación, ni lo tweets de Uribe
con montajes de soldados de Irak en la coyuntura de abril y de los 11 soldados
muertos por las Farc en el Cauca. Entonces es legitima la crítica pero no la
manipulación brutal que hace RCN recurriendo al pasado, recurriendo a imágenes
de la toma de Mitú en 1997, a imágenes de hace 18 años, una incapacidad de
mirar hacia el futuro, como si lo hacen Noticias Uno y otros informativos que
están más bien pensando y mostrando cómo cerrar el conflicto, cómo generar
garantías para quienes se reincorporen a la vida civil, cómo generar unas
políticas de seguridad para las comunidades del Pacifico y comunidades que
están afectadas hoy día por las Bacrim en el oriente del país y en muchas otras
regiones. Creo que para eso necesitamos un sistema de medios públicos
fortalecidos y lo otro es que se vienen también muchas movilizaciones sociales,
campesinas, porque hay gran expectativa con el proceso de paz en lo social y
allí vamos a tener también que abrir mucho el espectro porque actualmente es un
espectro que no dialoga con los actores populares y por lo tanto no tienen
visibilidad, la tienen a duras penas en los medios comunitarios y en los medios
ciudadanos y en algunos medios locales pero el medio masivo comercial no está
conectando hoy con las grandes movilizaciones sociales. Alrededor (del proyecto
de la hidroeléctrica) del Quimbo, alrededor de muchos temas relacionados con la
minería, con las reivindicaciones sociales ni siquiera hablemos de la
izquierda, hay grupos sociales organizados no necesariamente politizados o
ligados a las Farc, o a perspectivas políticas radicales, no tienen visibilidad
alguna.
Es
decir, ¿la izquierda institucional no tiene los canales suficientes para
difundir sus luchas, sus reivindicaciones y procesos electorales?
Puede
tenerlos pero me refiero es que hay una izquierda social, no necesariamente
política que se expresa en Marcha Patriótica, en el Frente Amplio o en el Polo,
y no, esas luchas no son visibles porque el sistema de medios comercial no es
capaz de percibir. Por ejemplo, lo que este evento de CLACSO significa como
movilización
juvenil,
lo que significó el discurso de José Mujica con una audiencia como esta en
Medellín para ellos no es noticia y resulta que es una cosa extraordinaria, es
un indicador de cierto hastió de la juventud con la politiquería, con el manejo
clientelista de la política en Colombia, que ve en Mujica un personaje de una
gran estatura moral, un referente. Pero este certamen académico no es noticia
en el país. Muy probablemente los diversos debates que se dieron durante el
desarrollo de la Conferencia de CLACSO no aparecieron en los medios nacionales.
En
contraste con el unanimismo de los grandes medios monopólicos, cuál es la
lectura que hace del pensamiento crítico en Colombia: ¿es vigoroso o muy débil?
Yo
creo que en Colombia siempre ha habido un pensamiento crítico y ha habido una
academia muy productiva y autónoma.
Pero
invisibilizado…
Invisibilizado
a veces por sus propias incompetencias porque la academia es un gueto; porque
la academia no tiene comunicación con la sociedad; porque la academia no sabe
traducir sus saberes; porque no sabe de comunicación. Entonces cuando no sabemos hablar para los
medios, cuando hacemos unos programas que son unos ladrillos, podemos tener
saberes muy importantes y de hecho los tenemos en mi universidad, pero no los
comunicamos y dejamos al medio comercial el monopolio de la opinión porque
nosotros no hemos sido capaces de construir una comunicación amena con
capacidad de llegar a nuevos públicos, y por supuesto que lo podemos hacer.
En
estas materias, ¿cuál es el reto de la sociedad colombiana frente al
posacuerdo, una vez se concreten las negociaciones de paz?
Por
supuesto superar el conflicto porque el conflicto afecta mucho a nuestra
sociedad civil, el conflicto produce una estigmatización de los movimientos
sociales muy profunda, persistente y diaria con el argumento de que las Farc
están detrás de cualquier movilización, sea cierto o no. La gran mayoría de las
veces no. Es un discurso de los ministros del interior para descalificar a los
movimientos sociales. El conflicto también ha imposibilitado que la izquierda
se fortalezca, se renueve y aparezca con nuevos cuadros, aparezca con una
tecnocracia por ejemplo. La izquierda no tiene una tecnocracia y fue uno de los
grandes problemas de la administración Petro.
Yo creo que tenemos que desterrar el conflicto porque además ha segado
muchas vidas y ha segado mucha gente valiosa pero la paz tiene que tener un
componente social y ahí es donde el gobierno Santos falla. El de Santos es un
gobierno de muchas promesas y de muchos incumplimientos, ya lo ha demostrado
con todos los movimientos sociales. Pienso que este es un país inteligente, un
país con gente muy, muy capaz, con gente que tiene que empezar a trabajar por
una mayor justicia social, por una mayor equidad. Si desterramos el conflicto
del lugar central que tiene en la vida colombiana, esta sociedad podría empezar
a proyectarse hacia nuevas metas de justicia social, de desarrollo social y de
producto interno bruto mejor repartido. Creo que somos un pueblo creativo,
somos un pueblo lleno de talentos pero necesitamos también superar el
individualismo, un pueblo supremamente individualista con una gran incapacidad
de trabajar en equipo, y lo otro, creer en lo propio, defender lo propio y
tener un proyecto de nación.
Que
infortunadamente nunca Colombia lo ha tenido…
No
lo ha tenido porque nuestras clases dirigentes son muy entreguistas, no siempre
adoptan lo mejor de los Estados Unidos. Y eso también hay que decirlo, los
Estados Unidos tienen cosas extraordinarias pero nuestras élites no copian lo
mejor, no copian las reglas del juego, no copian los controles a los medios,
porque allá hay controles a la propiedad de los medios, hay controles a los
intereses bancarios y se cuenta con leyes antimonopólicas fuertes. Pero como lo
han subrayado aquí en Medellín Mujica y
Lula, eso no se puede hacer sin gente organizada y ahí los colombianos tienen
que ponerse las pilas porque las últimas elecciones los partidos políticos
mostraron una gran fragmentación, una gran incapacidad de construir
organización, y yo estoy de acuerdo con estos dos grandes líderes que sin
organización no puede haber conquistas sociales. Todos estos sueños, todas
estas utopías se van a quedar en un mero nivel discursivo si no hay organización.
- Por:
Fernando Arellano Ortiz – 30 – 11 – 2015 - Medellín
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