1/04/2016

“La Concentración de los Medios de Comunicación en Colombia es Obscena” Fabio López de la Roche

Entrevista con el investigador social colombiano Fabio López de la Roche.
El posconflicto en Colombia (o como se denomina ahora, posacuerdo, una vez se concreten las negociaciones de paz entre el gobierno y la insurgencia de las Farc), debe servir para reestructurar el esquema de propiedad de los medios de comunicación y posibilitar la democratización al acceso de los mismos, sostiene el historiador e investigador social, Fabio López de la Roche.
Considera, igualmente, que tanto el actual proceso de paz como los retos que se deriven de su concreción requieren de unos medios públicos fortalecidos que visibilicen las múltiples y diversas facetas que el inveterado conflicto armado ha generado en todas las regiones del país. Para este analista político y docente universitario, esa es una tarea pendiente y a la vez urgente si se quiere construir democracia y reconciliación en Colombia.
Se requiere abrir mucho el espectro comunicacional en el país porque actualmente el monopolio mediático no da cabida, por ejemplo, “a los actores populares y por lo tanto no tienen visibilidad, la tienen a duras penas en los medios comunitarios y en los medios ciudadanos y en algunos medios locales pero el medio masivo comercial no está conectando hoy con las grandes movilizaciones sociales”, afirmó este docente universitario en diálogo con el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, en la ciudad de Medellín, en el marco de la VII Conferencia Latinoamericana y Caribeñas de Ciencias Sociales que bajo el auspicio de CLACSO se desarrolló entre el 9 y el 13 de noviembre.
López de la Roche es profesor de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, donde dirige además el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI), y coordina el Grupo de Investigación “Comunicación, Cultura y Ciudadanía”. Su campo de estudio es el de la comunicación y el análisis de medios masivos y su influencia en las masas, integrando perspectivas interdisciplinarias de los estudios políticos, la historia comunicacional, la sociología, y el periodismo.
Conflicto en Colombia ha Impedido Democratizar los Medios
En la actual coyuntura colombiana en la que hay en pleno desarrollo una negociación de paz, el relato del acontecer nacional está en manos de un monopolio mediático perteneciente a los tres hombres más poderosos de país. ¿Ello no refleja un gran déficit democrático?
Creo que esta es una situación que a mediano plazo hay que reestructurar y tiene que ver con el hecho de que el conflicto no nos ha permitido pensar muchas necesidades, entre ellas, la de la desconcentración de los grandes medios porque lo cierto es que en una realidad de guerra el país solamente opina y elige cada cuatro años sobre la base de la guerra. En contraste, otras necesidades centrales de los colombianos como las que tienen que ver con la justicia social, con la igualdad, con la salud, con la educación privatizada por lo demás, incluso a nivel de los posgrados en las universidades públicas, no se discuten, porque lo único que se discute es la guerra, si  la ganamos o no cada cuatro años. En ese mismo sentido el tema de la concentración de los medios en Colombia, que es una concentración obscena, sin lugar a dudas, que favorece, por ejemplo, la no discusión de los contratos de las grandes obras de las autopistas 4G. No se alude respecto a quiénes se lucran, quiénes concentran esos grandes negocios. 
En estos días Gustavo Álvarez Gardeazábal llamaba la atención sobre este particular de una  manera muy lucida. Me llamó la atención que él siendo un periodista conservador y que a veces defiende o que a menudo sale con posiciones muy oficialistas sacó una columna mostrando cómo el gran problema en este momento de la política y de la clientelización en la regiones son los grandes contratistas. Si los grandes medios están en manos de los gremios de la economía, la democratización del acceso a los contratos por parte de los ingenieros, digamos comunes y corrientes, que no están ligados a los grandes grupos pero que pueden tener talento y capacidades de formulación de buenos proyectos pues está proscrita.
Si esta proscrita, eso quiere decir que en Colombia, si no se garantizan derechos como el de la cultura y educación ni tampoco el derecho a la comunicación, ¿se puede colegir que en este país el nivel de democracia es prácticamente inexistente?
No podemos ser tan tajantes porque se han logrado avances en cobertura educativa, por ejemplo a nivel de Bogotá prácticamente se ha llegado a garantizar hasta el grado 12. Hay avances importantes, se está tratando de recuperar la jornada completa para que los niños no tengan esas jornadas recortadas que teníamos y eso lo ha retomado también el Ministerio de Educación. Yo pienso que el Ministerio de Cultura también está haciendo una labor importante ahora alrededor de la paz, recogiendo experiencias urbanas, hay un área de comunicación que ha estado asesorada por Jesús Martin Barbero que está trabajando con colectivos como Full Producciones de la Comuna 13 de aquí de Medellín. Yo estuve en el festival de cine y video comunitario hace un mes aquí en la comuna 13, una comuna golpeada por el paramilitarismo, por la operación Orión, y eso lo ha estado apoyando el Ministerio. También la experiencia como la del colectivo Mejoda en Agua Blanca en Cali. Ahí ha habido una indagación interesante porque esos colectivos están construyendo tejido social en barrios muy excluidos de nuestras regiones. Eso para decir que no todo el aparato estatal responde a una única lógica, pero indudablemente el sistema de medios es un sistema altamente concentrado y para la paz necesitamos, por ejemplo, visibilidad de los resultados de la Comisión de la Verdad. Necesitamos unos medios públicos fortalecidos para poder visibilizar los distintos victimarios, hay once mil procesos judiciales contra empresarios por relación con grupos ilegales. Cómo se van a visibilizar estos procesos; cómo se van a visibilizar las distintas víctimas del conflicto colombiano; no solamente las víctimas de las Farc que fueron privilegiadas por el uribismo para que esta insurgencia apareciera como la principal victimaria contra los hechos que muestran que ella no es la principal victimaria de este país; el principal victimario han sido los paramilitares. Entonces todo eso requiere de un sistema de medios públicos renovados, porque el sistema actual ya lo hemos visto cómo funciona en un tema como la paz. Un ejemplo claro es el del canal RCN enfrentado totalmente al proceso de paz.
Pero eso es legítimo, no obstante que su intencionalidad editorial e informativa es de claro matiz fascista…
Es legitima la crítica al proceso pero no la manipulación, ni lo tweets de Uribe con montajes de soldados de Irak en la coyuntura de abril y de los 11 soldados muertos por las Farc en el Cauca. Entonces es legitima la crítica pero no la manipulación brutal que hace RCN recurriendo al pasado, recurriendo a imágenes de la toma de Mitú en 1997, a imágenes de hace 18 años, una incapacidad de mirar hacia el futuro, como si lo hacen Noticias Uno y otros informativos que están más bien pensando y mostrando cómo cerrar el conflicto, cómo generar garantías para quienes se reincorporen a la vida civil, cómo generar unas políticas de seguridad para las comunidades del Pacifico y comunidades que están afectadas hoy día por las Bacrim en el oriente del país y en muchas otras regiones. Creo que para eso necesitamos un sistema de medios públicos fortalecidos y lo otro es que se vienen también muchas movilizaciones sociales, campesinas, porque hay gran expectativa con el proceso de paz en lo social y allí vamos a tener también que abrir mucho el espectro porque actualmente es un espectro que no dialoga con los actores populares y por lo tanto no tienen visibilidad, la tienen a duras penas en los medios comunitarios y en los medios ciudadanos y en algunos medios locales pero el medio masivo comercial no está conectando hoy con las grandes movilizaciones sociales. Alrededor (del proyecto de la hidroeléctrica) del Quimbo, alrededor de muchos temas relacionados con la minería, con las reivindicaciones sociales ni siquiera hablemos de la izquierda, hay grupos sociales organizados no necesariamente politizados o ligados a las Farc, o a perspectivas políticas radicales, no tienen visibilidad alguna.
Es decir, ¿la izquierda institucional no tiene los canales suficientes para difundir sus luchas, sus reivindicaciones y procesos electorales?
Puede tenerlos pero me refiero es que hay una izquierda social, no necesariamente política que se expresa en Marcha Patriótica, en el Frente Amplio o en el Polo, y no, esas luchas no son visibles porque el sistema de medios comercial no es capaz de percibir. Por ejemplo, lo que este evento de CLACSO significa como movilización

juvenil, lo que significó el discurso de José Mujica con una audiencia como esta en Medellín para ellos no es noticia y resulta que es una cosa extraordinaria, es un indicador de cierto hastió de la juventud con la politiquería, con el manejo clientelista de la política en Colombia, que ve en Mujica un personaje de una gran estatura moral, un referente. Pero este certamen académico no es noticia en el país. Muy probablemente los diversos debates que se dieron durante el desarrollo de la Conferencia de CLACSO no aparecieron en los medios nacionales. 
En contraste con el unanimismo de los grandes medios monopólicos, cuál es la lectura que hace del pensamiento crítico en Colombia: ¿es vigoroso o muy débil?
Yo creo que en Colombia siempre ha habido un pensamiento crítico y ha habido una academia muy productiva y autónoma.
Pero invisibilizado…
Invisibilizado a veces por sus propias incompetencias porque la academia es un gueto; porque la academia no tiene comunicación con la sociedad; porque la academia no sabe traducir sus saberes; porque no sabe de comunicación.  Entonces cuando no sabemos hablar para los medios, cuando hacemos unos programas que son unos ladrillos, podemos tener saberes muy importantes y de hecho los tenemos en mi universidad, pero no los comunicamos y dejamos al medio comercial el monopolio de la opinión porque nosotros no hemos sido capaces de construir una comunicación amena con capacidad de llegar a nuevos públicos, y por supuesto que lo podemos hacer.
En estas materias, ¿cuál es el reto de la sociedad colombiana frente al posacuerdo, una vez se concreten las negociaciones de paz?
Por supuesto superar el conflicto porque el conflicto afecta mucho a nuestra sociedad civil, el conflicto produce una estigmatización de los movimientos sociales muy profunda, persistente y diaria con el argumento de que las Farc están detrás de cualquier movilización, sea cierto o no. La gran mayoría de las veces no. Es un discurso de los ministros del interior para descalificar a los movimientos sociales. El conflicto también ha imposibilitado que la izquierda se fortalezca, se renueve y aparezca con nuevos cuadros, aparezca con una tecnocracia por ejemplo. La izquierda no tiene una tecnocracia y fue uno de los grandes problemas de la administración Petro.  Yo creo que tenemos que desterrar el conflicto porque además ha segado muchas vidas y ha segado mucha gente valiosa pero la paz tiene que tener un componente social y ahí es donde el gobierno Santos falla. El de Santos es un gobierno de muchas promesas y de muchos incumplimientos, ya lo ha demostrado con todos los movimientos sociales. Pienso que este es un país inteligente, un país con gente muy, muy capaz, con gente que tiene que empezar a trabajar por una mayor justicia social, por una mayor equidad. Si desterramos el conflicto del lugar central que tiene en la vida colombiana, esta sociedad podría empezar a proyectarse hacia nuevas metas de justicia social, de desarrollo social y de producto interno bruto mejor repartido. Creo que somos un pueblo creativo, somos un pueblo lleno de talentos pero necesitamos también superar el individualismo, un pueblo supremamente individualista con una gran incapacidad de trabajar en equipo, y lo otro, creer en lo propio, defender lo propio y tener un proyecto de nación.
Que infortunadamente nunca Colombia lo ha tenido…

No lo ha tenido porque nuestras clases dirigentes son muy entreguistas, no siempre adoptan lo mejor de los Estados Unidos. Y eso también hay que decirlo, los Estados Unidos tienen cosas extraordinarias pero nuestras élites no copian lo mejor, no copian las reglas del juego, no copian los controles a los medios, porque allá hay controles a la propiedad de los medios, hay controles a los intereses bancarios y se cuenta con leyes antimonopólicas fuertes. Pero como lo han subrayado aquí en Medellín  Mujica y Lula, eso no se puede hacer sin gente organizada y ahí los colombianos tienen que ponerse las pilas porque las últimas elecciones los partidos políticos mostraron una gran fragmentación, una gran incapacidad de construir organización, y yo estoy de acuerdo con estos dos grandes líderes que sin organización no puede haber conquistas sociales. Todos estos sueños, todas estas utopías se van a quedar en un mero nivel discursivo si no hay organización. - Por: Fernando Arellano Ortiz – 30 – 11 – 2015 - Medellín   

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