En Polo
Crítico También nos Preocupamos por los Temas Internacionales, Afortunadamente
nos Hemos Encontrado con un Excelente análisis que le da explicación a los
Fenómenos que Vienen Ocurriendo en el Mundo y que Reflejan la Crisis del Sistema
Capitalista Mundial, Ejemplos que en la Actualidad Están
Ocurriendo como son los Casos de Grecia, España, Turquía, Brasil, Egipto, etc.
y cuyos Principales Protagonistas Son los Jóvenes, Nos Podrían estar Indicando
como se Están Produciendo las Revoluciones del Siglo XXI.
Esperamos
que este Artículo que es Especial para ARGENPRESS.info y cuyo Director Fundador
es Emilio Corbière, Contribuya a dar Elementos para Entender las Nuevas
Realidades del Mundo.
Grecia,
España, Turquía, Brasil, Egipto Son Parte de la Crisis del Sistema Capitalista
Mundial
Mientras se
desarrollaba la
Copa Confederaciones de fútbol, muy seguida por los
espectadores panameños, la ciudadanía se impresionó con las multitudinarias
movilizaciones populares en las ciudades brasileñas. Los comentarios sobre las
protestas brasileñas fueron tan apasionados como los que se hacían respecto de
los juegos. Las imágenes de la juventud brasileña confrontándose con la policía
se mezclaron en los noticieros con las de otros jóvenes de un país un poco más
distante, Turquía, donde la juventud también salía a la calle por otros
motivos, o casi que por los mismos. No acababan de cantarse los goles en el
Maracaná y de escucharse los ecos de las protestas brasileñas, cuando millones
se lanzaron a las calles en Egipto contra el gobierno de Morsi, del partido de la Hermandad Musulmana ,
protestando contra la crisis económica y exigiendo democracia y laicismo.
Liberales de
Derecha y Reformistas de Izquierda Usan los Mismos Argumentos
Como ha
dicho en un artículo reciente el intelectual norteamericano Inmanuel
Wallerstein: "Levantamientos aquí, allá y en todas partes".¿Cómo interpretar
las protestas en tantos países? ¿La participación masiva de la juventud en
Brasil, Turquía, Santiago de Chile, El Cairo, igual que antes en Grecia, o en
la "primavera árabe" de hace dos años, tiene algo en común o se trata
de hechos inconexos?
Es curioso
que la explicación que arriesgan diversos analistas, tanto de la derecha del
sistema como Francis Fukuyama (Wall Street Journal Americas, 2/7/13), como de
la izquierda reformista de América Latina, se parecen mucho. Parten por una
afirmación falsa, pero asumida como axioma: que el crecimiento económico
produjo una mejoría del nivel de vida de esos países, donde supuestamente la
mayoría de la población salió de la pobreza y, por ende, a primera vista no hay
razón para estar descontentos. Segundo, asumen que estos jóvenes que encabezan
las protestas no son ni pobres, ni pertenecen a la clase trabajadora, sino son
la nueva "clase media", fruto de la prosperidad capitalista, según
Fukuyama, o de la política social, según los reformistas latinoamericanos.
Tercero, entonces lo único que explica que los jóvenes protesten es que
"quieren más" ("democracia, libertad individual y
tolerancia", a decir de Fukuyama).
Esas
explicaciones son falsas porque el mundo "globalizado" de hoy no es
mejor que hace 20 años, sino peor. La globalización neoliberal del
"sistema mundo capitalista" (Wallerstein) ha producido una realidad
social internacional en la que impera: más desigualdad, mayor concentración de
la riqueza, más exclusión y superexplotación del trabajo, pérdida de poder
adquisitivo de los salarios, carestía de los alimentos y la canasta básica,
precariedad laboral (incluida la informalidad), depredación y destrucción de la
naturaleza. Todo ello para garantizar a un puñado cada vez más chico de la
humanidad, los capitalistas, la concentración de la riqueza social a través de
"la ganancia".
En
Latinoamérica el Dilema es: O Estancarse en Reformas Dentro del Capitalismo, o Avanzar
Hacia Medidas Revolucionarias
En América
Latina, los efectos nocivos del neoliberalismo hicieron crisis en los años 90,
produciendo estallidos sociales que impusieron gobiernos de izquierda, de
moderados a radicales, dependiendo del grado alcanzado por las explosiones
sociales. Dichos gobiernos adoptaron importantes programas sociales para reestablecer
algo del equilibrio social perdido. La fuente de financiamiento de esos
programas sociales han sido los buenos precios internacionales de las materias
primas, principalmente el gas y el petróleo, pero también la soja. Sin embargo,
esos programas no han ido más allá de las llamadas políticas de
"transferencias" recetadas por los organismos de crédito
internacional, y que también aplican los gobiernos de derecha.
Aunque hubo
nacionalizaciones, sigue incólume el sistema capitalista dependiente latinoamericano.
Los programas sociales han sido sólo paliativos que no han cambiado la esencia
de la explotación de clase y la desigualdad social capitalista. El dilema que
enfrenta los gobiernos "progresistas" latinoamericano (Brasil, por
ejemplo) son los efectos de la crisis económica mundial, la desaceleración de
las exportaciones y caída de los precios de las materias primas, la inflación,
etc., que se empiezan a sentir. La crisis achicará los fondos destinados al
área social, y las burguesías nacionales aspirarán a un pedazo mayor de la
renta nacional a costa del estado y los derechos de la clase trabajadora.
Esa disputa
económica se va a trasladar a lo político, como se aprecia en Venezuela,
escalando los conflictos de clases y abriendo las puertas a golpes de estado
contrarrevolucionarios o a nuevas revoluciones democráticas y socialistas. Por
ende, el dilema es o profundizar los procesos revolucionarios, o estancarse en
las reformas. Y esta última opción siempre ha terminado trágicamente en la
historia del continente.
Los
socialistas panameños del M.P.U., repudiamos la mentira que pretende embellecer
el sistema capitalista, ya que lo haga la derecha liberal o la izquierda
socialdemócrata. Capitalismo no es sinónimo de bienestar, sino de explotación
de clase y miseria social. Fruto de la "globalización neoliberal" son
los bellos edificios de Dubai, pero también los mil obreros carbonizados en una
fábrica de ropa en Bangladesh; capitalismo son los millones de automóviles que
circulan por la autopistas norteamericanas quemando combustibles fósiles, pero
también los jóvenes pandilleros de Los Ángeles, Nueva York o Detroit que no
encuentran trabajo; el gobierno panameño, para hablar de sus "éxitos"
muestra los edificios de la
Bahía de Panamá, pero esconde los niños que mueren de hambre
en las comarcas indígenas y en los barrios marginales; muestra obras y
construye (porque ahí está el negocio) hospitales, pero no hay medicinas en las
farmacias del Seguro Social, la atención primaria es deficiente, cientos de
pacientes fueron envenenados con dietyleneglicol, otras decenas han sido
afectados por bacterias nosocomiales o han muerto niños en salas de
neonatología de manera inexplicable. Ni hablemos del sistema educativo.
El Sujeto
Social de Estas Revoluciones en Proceso: La Juventud de la Clase Trabajadora
La principal
víctima de esas desigualdades sociales y males del capitalismo
"postmoderno", es la juventud de todos los países. A los jóvenes de
hoy no sólo les han robado los empleos sino todos los derechos sociales con que
contaba la generación anterior, nacida bajo el "estado de bienestar".
La juventud actual, de cualquier país, no conoce lo que es un empleo estable y
bien remunerado, tampoco va a tener jubilaciones dignas, ni una buena cobertura
de seguro médico, etc. La mayoría de los jóvenes tienen dificultades para hacer
sus propias familias e independizarse de los padres, porque no pueden acceder a
una vivienda, porque les niegan de plano acceso al crédito hipotecario o deben
pagar altos intereses. En muchos países su única "esperanza" de una
vida "mejor" está en unirse a la mafia, pandillas o maras. Millones
de jóvenes se están convirtiendo en lo que llaman "ninis", "ni
estudian, ni trabajan", es decir, una generación sin futuro dentro del
sistema capitalista.
Se miente
también cuando se habla unilateralmente de disminución del desempleo, en
particular en América Latina, donde la crisis económica no ha llegado a fondo,
por contraposición a Europa donde la crisis está en su apogeo. Cualquiera que
revise los datos que ofrece la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) puede comprobar que en
nuestros países (incluyendo Panamá) la mayor parte los nuevos empleos son
empleos precarios y que, al menos la mitad o más de la fuerza laboral, se
encuentra en la informalidad. Además, las tasas de desempleo abierto se
duplican entre los menores de 25 años y entre las mujeres.
Esa es la
juventud que estalla en ira: desde Londres a Estocolmo, desde Madrid a
Estambul, del Cairo a Río de Janeiro. Es una juventud pobre y obrera. Obrera,
porque carece de medios de producción propios y debe vender su fuerza de
trabajo por un salario para poder vivir (ver el Manifiesto Comunista). No
porque tenga teléfonos móviles y use "facebook" pertenece a la
"clase media", esos aparatos son bienes de consumo al alcance de las
masas y no "símbolos de status".
Esa juventud
protesta porque el sistema capitalista le niega el derecho a una vida digna,
cuando destruye un parque público en Turquía para construir un centro comercial
(donde no podrá comprar la mayoría) o cuando le suben 20 centavos al pasaje en
Brasil, porque esos centavos son vitales en estos tiempos, y son la diferencia
entre poder ir a estudiar o vegetar en el barrio. Esa juventud está sometida a un
dilema objetivo: o se vuelve protagonista de las revoluciones del siglo XXI o
está condenada a padecer una vida de miseria, como era habitual para sus
tatarabuelos antes de la
Revolución Rusa de 1917.
No se olvide
que, si durante buena parte del siglo XX la clase trabajadora europea y
norteamericana tuvo derechos sociales y recibieron salarios que pagaban el
valor real de su fuerza de trabajo, fue porque existió la Unión Soviética y
el llamado "bloque socialista", contra el que el capitalismo
occidental quería competir, no porque los capitalistas se volvieran dadivosos
por voluntad propia. La juventud actual nace bajo el signo de la "caída
del muro", no sólo por la aparente falta de alternativas al sistema
capitalista, sino porque el capitalismo ya no necesita su careta de
"estado benefactor" y puede mostrar su cara explotadora sin ambages.
¿"Clase
Media" o Trabajadores Empobrecidos?
La otra
falacia es la de los pobres que llegaron a la "clase media". Los
cantores del capitalismo hacen trampa cuando hablan de pobreza porque reducen
el concepto a una de sus aristas: "la pobreza extrema" o
"indigencia" o "pobreza absoluta", la cual se refiere a las
personas o familias que no tienen ingresos suficientes para pagarse una canasta
de alimentos básica. Una vez que los tecnócratas han hecho este reduccionismo,
los gobiernos aprueban algunas "ayudas" (transferencias) que
supuestamente (cuantificadas) hacen llegar los ingresos de las familias
indigentes a superar la "línea de pobreza".
En el caso
de Panamá en eso consisten los programas como el PRODEC, "cien a los
setenta", "ángel guardián", "la beca universal", etc.
La suma de esas ayudas, transferencia o subsidios, según el gobierno, sacó a la
mayoría de las familias de la pobreza. Pero los montos que reciben las personas
apenas son un paliativo que no cubre las necesidades básicas. Admás, se
establece un mecanismos de dependencia de la voluntad política del gobierno de
turno y no una solución permanente.
Ese criterio
de "pobreza" reducida a los indigentes, excluye el sentido amplio de
pobreza, que abarca a familias y personas que, si bien reciben ingresos
superiores a una canasta de alimentos (en Panamá en estos momentos alrededor de
300 balboas), no les alcanza para cubrir el resto de las necesidades (vivienda,
transporte, salud, vestido, educación, etc.). En esta situación de
"pobreza relativa" se encuentra la amplia mayoría dela clase
trabajadora de todos nuestros países. Si se observa el Censo de 2010 en Panamá,
la mayoría de las familias tienen ingresos inferiores a 700 balboas mensuales,
con lo que es difícil pagarse una Canasta Básica General. Por ende son pobres.
Y de esos pobres es que nacen las protestas.
La Única
Salida a la Crisis Sistémica
Capitalista: La Revolución Socialista
El
combustible de estos "levantamientos en todas partes" (Wallerstein)
es la profunda crisis económica del sistema capitalista mundial. Crisis que ha
pasado de crónica a permanente, porque ni Europa, ni Estados Unidos, han
superado el "crack" de 2008. Crisis que, ante un mundo globalizado,
no encuentra nuevos mercados que conquistar. Al capitalismo solo le queda el
aumento de las desigualdades sociales, la superexplotación de la clase
trabajadora, la expoliación al máximo de la naturaleza, el saqueo de naciones
enteras, la marginalidad e incluso la guerra. Un sistema social en estas
condiciones se ve obligado a recortar y violar los derechos democráticos
constantemente, y a tratar de vigilar a sus ciudadanos, como ha mostrado el Sr.
Snowden.
Las
revoluciones del Siglo XXI recién acaban de comenzar. Todavía están a nivel de
la conciencia en una fase de búsqueda y ruptura. Esta juventud indignada
rechaza de manera rotunda la corrupción e hipocresía de los partidos políticos
que han gobernado y son los responsables del actual estado de cosas, tanto de
derechas como de "izquierdas". De ahí que a veces la protesta
adquiera formas "apolíticas" o de rechazo a todo lo político. La
maduración de esta juventud trabajadora indignada continuará forjándose en la
lucha y más temprano que tarde comprenderá que la única solución real a sus
problemas vitales está en convertir su movilización en una acción política que
eche del poder a quienes representan los intereses de la clase capitalista.
Los
socialistas comprendemos que nuestra tarea es acompañar a esta juventud
trabajadora en lucha, para ayudarla a construir los organismos amplios y
democráticos en que confluyan todos los explotados, las organizaciones
políticas nuevas y los nuevos programas que guíen a las generaciones del siglo
XXI hacia las revoluciones que liquiden el anacrónico sistema capitalista y
construyan la nueva sociedad: justa, equitativa, democrática, ecológica y
socialista. Como dijo Rosa Luxemburgo hace cien años, la alternativa vital de
la humanidad es: SOCIALISMO O BARBARIE.
MPU (Especial
para ARGENPRESS.info Emilio
Corbière, director fundador de ARGENPRESS) - 8 de julio de 2013
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