“No estamos en contra del Centro Democrático ni de las
FARC, sino en contra de la mentira y el miedo”.
En
el marco del Seminario Internacional Hablemos de Verdad, se dieron cita en la
ciudad de Bogotá miembros de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad,
la Convivencia y la No Repetición, del Centro Internacional para la Justicia
Transicional (ICTJ), expertos en procesos de búsqueda de verdad en la guerra y
periodistas y directores de medios con el fin de dialogar acerca del rol de la
comunicación en procesos de esclarecimiento de la verdad.
El
padre de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, recalcó la importancia
del proceso en el que se encuentra Colombia de cara a la consecución de la
verdad en un país altamente desinformado y polarizado y manifestó su compromiso
con la tarea asignada. “Para nosotros el desafío de la Comisión de la Verdad es
muy grande y muy difícil; pero estamos comprometidos en hacer una contribución
seria e importante para la paz colombiana”, expresó a la par que hacía hincapié
en que la falta de esclarecimiento de hechos en torno al conflicto ha
ocasionado que casi todas las posiciones consideren que aún tienen validez.
“Los
pobres necesitan que se cuenten las grandes hazañas de sus héroes, pero también
que mostrar el dolor de las víctimas de todos los lados”, añadió el padre
Francisco a la par que mencionaba lo difícil que es encontrar una familia, en
cualquier estrato socioeconómico del país, que no se haya visto tocada por la
guerra.
El
sacerdote jesuita también aprovechó para clarificar comentarios y presupuestos
sobre la labor que está desempeñando en compañía de 10 integrantes más: “Esta
no es una Comisión contra nadie. No estamos en contra del Centro Democrático,
ni en contra de las FARC o el imperialismo. Esta es una Comisión contra la
mentira y el miedo. No somos una Comisión por nadie tampoco. No tenemos
compromisos diferentes a la verdad”.
Resaltó
que hay que dar el debate con quienes dicen que no hubo conflicto armado en
Colombia, sino un levantamiento de insurgentes contra un Estado legítimo. “Hay
que encontrar la verdad sobre si somos o no un país democrático en serio;
sentemos a los familiares de las víctimas de la Unión Patriótica, del Partido
Liberal y del Conservador”.
En
medio de su intervención, criticó el modelo de sociedad que construimos, pues
somos un país de leyes, pero que no han servido, y si bien le tenemos mucho
miedo a la verdad, sin esta no será posible. Postura que fue respaldada por
Michael Bock, Embajador de Alemania en Colombia, quien recalcó que como
sociedad nos enfocamos en aspectos que nos agradan y no en los que nos
incomodan.
“La dignidad de nosotros como pueblo es basura. Cómo nos
presentamos al mundo con 3200 sindicalistas asesinados, 6,9 millones de
desplazados, casi 3000 masacres, casi 4000 falsos positivos y más de 80 mil
desaparecidos. Y tenemos el descaro de llevar un equipo de fútbol a Rusia con
esa vergüenza. Y eso no lo enfrentamos porque nos da miedo”, concluyó de
Roux.
La
comisionada Lucía González planteó una serie de cuestionamientos sobre cómo
darle voz a esos que han sido tildados como enemigos del país. “¿Cómo
encontramos la verdad y la humanidad en el otro? Sin que digan que ese medio se
vendió, es de izquierda o comunista. Necesitamos transitar del relato trágico
al épico donde se hable del esfuerzo inmenso de miles de colombianos pasar
salir adelante. Héroes construyendo la paz”.
Así
mismo, dejó claro que en nuestro país se tienen diferentes raseros para las
víctimas y los victimarios y que no debería ser así, pues nos aleja de la
humanidad. “Los campesinos, los sindicalistas, los negros, los indígenas antes
no contaban para el Estado y la sociedad. ¿Por qué rescataron a Íngrid
Betancourt? Porque ella contaba, los demás no. Los soldados y ciudadanos en cautiverio
no importaban igual o no generaban empatía”.
Finalmente,
el padre Francisco definió la labor de la Comisión como un esfuerzo para
dignificar a las víctimas, reconocerles su dolor, donde lejos de victimizarlos,
pretenden darles su lugar. “No pretendemos llegar a la verdad absoluta.
Queremos darle a la ciudadanía la mejor explicación posible sobre los hechos
ocurridos en el país. Una explicación que resista todas las preguntas y dudas.
Este es un momento de purificación. Debemos pasar de la memoria a la
explicación a fondo de por qué pasaron las cosas. ¿Qué nos llevó a ser un país
de falsos positivos? ¿Qué intereses hubo detrás? ¿Cuáles son los mayores
responsables?”
En
clave electoral, dejó claro que lo que pasa y ha pasado en Colombia no puede
seguir sucediendo, independientemente de quién sea el Presidente. “La única salida es
mirar a las víctimas, pero a las víctimas de todos los lados”.
Comcrear Óriente: Organo de Expresión del Movimiento Cívico
“Ramón Emilio Arcila”
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