3/30/2015

La Teología de la Liberación está Viva:

“Tenemos Dos Caminos, Cerrar los Ojos O Comprometernos”; Con Perspectiva de Fe, Religiosos se Comprometen con los Movimientos Sociales y la Paz
Escuchábamos atentamente al académico de la Comisión Histórica de Víctimas del Conflicto, el profesor Jairo Estrada, en una tertulia convocada por Clamor Social por la Paz. Alguien nos contó que entre los asistentes se encuentra el sacerdote Henry Ramírez Soler, el cura que pasa más tiempo en botas “pantaneras” que en su tradicional sotana; solo pasa una semana al mes en Bogotá, los otros 20 días visita comunidades tan apartadas de la geografía que ni el Estado ha llegado a ellas. Predica, bautiza, hace casamientos, liturgia y acompaña espiritualmente a muchas familias que son víctimas de la violencia.
Le robamos su concentración y su tiempo, y con una sonrisa amablemente habló con VOZ, sobre lo divino y lo humano, sobre la paz y el perdón.
–¿Cómo conjuga el compromiso social con la lectura de la Biblia?
–La manera como se lee la Biblia en algunos sectores es con perspectiva campesina, de género, étnica, afrocolombiana, infantil, juvenil que tiene en cuenta nociones como el territorio la autodeterminación, la soberanía alimentaria. Se hacen ejercicios de lectura popular y comunitaria de la Biblia, eso demuestra que la teología de la liberación sigue intacta y con presencia vital.
Muchos sectores que se encuentran en la defensa de los derechos humanos, en la construcción de la paz con una perspectiva social y de la construcción de una iglesia para los pobres participativa, intenta encontrarse con distintos movimientos sociales y políticos sin el prejuicio de la condena; y sin presentar una iglesia hegemónica.
–Padre, ¿la teología de la liberación sigue intacta en el diario vivir de la iglesia católica?
-La teología de la liberación en su construcción académica, teórica, práctica que nació después del Concilio Vaticano Segundo, y evolucionó en los 70, se desarrolló en los años 80, y 90, como cualquier proceso social o eclesial, tiene sus transformaciones.
Esta teología y los procesos sociales inspirados en ella hoy no son los mismos de los años 80, pero no quiere decir que ya no existan. Actualmente ha logrado impregnar distintos sectores sociales y políticos y a veces no es necesario nombrarla para entender que allí esta. Por ejemplo, en los círculos eclesiales ya no se discute el método: ver, juzgar y actuar, hoy en cualquier diócesis se hacen estudios analíticos utilizando las ciencias sociales, la sociología, la antropología, que fue lo que planteó la teología de la liberación en un primer momento. Hoy nadie discute que la fe tiene connotaciones prácticas de compromiso social.
–¿Hay muchos religiosos de la teología de la liberación en el país?
–A veces los religiosos de la teología de la liberación no son tan mediáticos pero si trabajan mucho. Uno los encuentra en el Catatumbo, en el Vichada o en la Sierra Nevada de Santa Marta, en Dabeiba o en el Chocó, sitios donde el Estado no hace presencia. Gente que se compromete día a día, y son muchos. Cuando uno como religioso está en las bases cristianas de esos sitios alejados, despreciados, perdidos tiene dos caminos: cerrar los ojos o comprometerse.
–¿Historias como la del beatificado sacerdote Óscar Romero en Centro América?
Arzobispo Óscar Romero, Asesinado en
El Salvador 
Un 24 de octubre de 1980
–Un 24 de octubre de 1980, fue asesinado el arzobispo Óscar Romero, en El Salvador. Él no era persona que desde su fe fuera un religioso intranquilo, no era un hombre inquieto por lo social, pero el terrorismo de Estado en El Salvador, bajo el conflicto de allí, lo fue confrontando internamente y lo llevó a que desde su posición como arzobispo fuera la voz de los sin voz. Denunció masacres, capturas y desapariciones que cometía el estado salvadoreño, pero fue también un puente de interlocución entre las insurgencias para construir un proceso de paz.
A él lo asesinan en plena eucaristía, lo que para nosotros los cristianos sería un mártir ipso facto sin que se probara nada. El papa Francisco, reconoció el olor de santidad martirial, y abre el camino para ser beatificado.
–Volviendo a Colombia. ¿Cómo ve la coyuntura de paz con el proceso de La Habana y el que debe iniciarse con el ELN?
–Es un momento esperanzador. Y lo digo sin ser optimista ciego, sino un optimista crítico. No es fácil el proceso con la insurgencia por los poderosos enemigos de la paz, no es fácil. A mí me genera inquietudes ver cómo avanza el proceso de paz con las FARC-EP, pero no con la insurgencia del ELN y eso nos puede llevar a una desilusión, porque llegar a un acuerdo para el fin del conflicto requiere que el conflicto termine en un acuerdo con las otras guerrillas. Debemos presionar los diálogos con el ELN, desde la sociedad colombiana.
–¿Será que el gobierno Santos está repitiendo con el ELN, la fórmula de pregonar la derrota militar primero antes que el diálogo, lo hizo en su momento con las FARC?
–Yo no creo que el gobierno Santos piense en eso. La razón, es que no puede Santos ser ingenuo. Algunos han dicho que las guerrillas se acabaron en la década de los setenta y que volvieron a aparecer en los ochenta y eso es falso.
El Estado no piensa en que el ELN está derrotado, piensa es de manera estratégica el momento de dar a conocer ese proceso de paz a partir de sus intereses.
–¿Cómo ven las otras congregaciones religiosas los temas de la paz?
–La Mesa Ecuménica por la Paz, por ejemplo reúne varias tendencias cristianas en las que hace varios años se vienen construyendo propuestas para la construcción de la paz. Una de ellas, la Veeduría Ciudadana por la Paz, que pretende ser un espacio de los agentes de pastoral o las iglesias, para convertirse en seguidores de la paz, así como del cese al fuego unilateral de las FARC o el desminado bilateral.
Es importante saludar los aportes de otras iglesias como los Menonitas, la Presbiteriana. En mayo habrá una jornada de oración por la paz de Colombia con organizaciones de iglesias en Estados Unidos.
–El padre Giraldo escribió un texto sobre los muros de la paz y uno de esos son los medios de comunicación. ¿Qué opinión le merece?
–Los medios a lo largo de la historia colombiana han jugado un papel importante como instrumentos para la guerra de acuerdo a su línea editorial, a su manera de informar, a los protagonistas de la noticia y el filtro de las mismas. Es necesario generar una ley de comunicaciones para ser informado e informarse bien. ¿Quién repara al campesino que ayer lo acusaron los medios de comunicación de ser del primer anillo del Mono Jojoy y tiempo después queda libre porque se determina que es inocente?
–¿Padre, el sermón del viernes santo estará enmarcado en los acontecimientos de la paz?

–Yo creo que sí. Muchos sectores de la iglesia con posturas diferentes a la teología de la liberación van a tocar el tema de paz. Los obispos estarán en esa disposición, muchos sacerdotes van a compartir el viacrucis con temas de víctimas y construcción de paz.

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